viernes, 9 de octubre de 2009

Wu Wei

Wu Wei en chino significa "no acción" y describe el no actuar –no forzar- como la forma más adecuada de enfrentarse en ocasiones a una situación. Es un método de conducta sutil pero al tiempo, muy poderoso. En realidad Wu Wei significa "sin esfuerzo en el crecimiento". Un ejemplo lo encontramos en la naturaleza: las plantas crecen por Wu Wei, es decir, no hacen esfuerzos para crecer, simplemente lo hacen. Wu Wei es pues, una forma natural de hacer las cosas, sin forzarlas con artificios que desvirtúen su armonía y principio.
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Huston Smith describe el término como «quietud creativa». Esto es, el fluir a través de nosotros, dejando de lado el ego y nuestro esfuerzo por imponer.

La sociedad actual está excesivamente orientada a conseguir objetivos: aplicamos esfuerzo inclu­so en cosas en las que el actuar es totalmente contraproducente.

Jesús, ilustró bellamente el principio del Wu-Wei en su Sermón de la Montaña: los pájaros no necesitan sem­brar, ni cosechar ni almacenar en graneros y, sin embargo, se alimentan; los lirios no cosen ni hilan y, sin embargo, es­tán vestidos. Se trata de seguir el ejemplo de la naturaleza y no malgastar energía. Se trata de la belleza de dejar que las cosas sigan su curso natural.

El arte de hacer desde la no-acción
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Wu wei contrasta con la acción desbordante y frenética, el actuar exigente o la consecución de objetivos a través del esfuerzo continuado. La sociedad occidental se ha formado en la creencia de que hay que hacer mucho para conseguir grandes logros. Se ha instaurado la cultura del éxito a través del esfuerzo a través del continuo hacer. Se piensa que el éxito sólo es posible mediante el hacer mucho y rápido y en ocasiones, incluso, por encima de principios y valores. Precisamente por eso, para los occidentales, la cultura del Wu Wei es dificil de comprender y aplicar.
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¿Se puede aplicar Wu Wei en el mundo de lo práctico? ¿Cómo podemos “hacer” desde el “no hacer”?

Es perfectamente posible, y además, cuando lo aplicamos, comprobamos que funciona y lo mejor de todo, nos reporta enorme calidad de vida interior y exterior.
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Existen tres actitudes sobre cuya base se puede desarrollar Wu Wei
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Tranquilidad
Consiste en evitar el desasosiego, la ansiedad y el nerviosismo por conseguir el resultado. Eliminar las barreras mentales que nos bloquean para alcanzar lo que deseamos. Con tranquilidad física y de ánimo, allanamos de una forma muy positiva nuestro camino hacia la obtención de nuestros objetivos.
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Podemos incorporar tranquilidad a nuestro comportamiento y nuestra manera de pensar, sentir y actuar. Lo podemos hacer a partir de la toma de conciencia de que esa actitud va a fortalecernos y ayudarnos en lo que queremos obtener.
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Ligereza
Se define como la virtud consistente en no cargar de contenidos densos el significado de los sucesos en los que -unas veces queriendo y otras sin quererlo- somos protagonistas. Tanto si son felices como si son desgraciados. La ligereza consiste en no dar, ni a los logros, ni a los fracasos, mayor importancia de la que tienen. Por tanto, ser livianos, fluir, dejarse llevar por la vida sin resistencia y sin imposiciones. No chocar contra la piedra en el curso de la corriente sino rodearla y superarla.
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Sencillez
Lo contrario de lo sencillo es lo complicado. Cuando algo lo complicamos nos generamos problemas. La sencillez se define como la obtención de lo que deseamos de la forma más simple y con el menor coste posible (tiempo, medios, energía…). (Véase el post sobre Eficacia). A menor complejidad, menor inversión de medios para la obtención de un resultado que, proporcionalmente, será siempre mayor. Sin artificios y sin adornos. Evitando lo superfluo o innecesario: lo que sólo estorba y no aporta. Con sencillez.
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Wu Wei no es por tanto, pasividad ni inactividad. Es la actitud por la que permitimos que las cosas sucedan siguiendo su natural devenir. Desde ese punto de vista, Wu Wei es la más genuina expresión de la acción en estado puro. Es la acción espontánea de acuerdo con la necesidad de las circunstancias presentes. Sin agobios ni presiones; sin tensión, ansiedad, cálculos interesados u obsesiones con la obtención del resultado. Es decir, una acción auténtica, realizada con la confianza que brota de lo más profundo de nuestro Ser, y que deja al margen las exigencias artificiosas de nuestro ego. La clave en ese “no actuar” efectivo es que la energía no se dilapida estando al servicio del ego para disfrazar sus carencias, satisfacer sus necesidades, recompensar sus exigencias o protegernos de sus miedos. La energia que desplegamos está al servicio del Ser. Y es en ese preciso momento, cuando surge la conexión o el tránsito mágico que va desde el “no-hacer” a la obtención de lo que buscamos en la secuencia lógica del: Ser-Sin Hacer- para el Tener.
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Es ciertamente una conexión muy sutil, pero como todo lo sutil, extremadamente poderosa. De ahí nuestra dificultad en comprenderla y aceptarla imbuidos como estamos de la creencia de que hay que hacer siempre más para recibir aquello que tanto deseamos. En realidad, Wu Wei nos enseña que funciona al revés: se manifiesta y viene a nosotros aquello que permitimos que nos llegue sin bloqueos ni obstáculos. Esos que nosotros mismos, sin querer y sin saber, erigimos con nuestra actitud muchas veces obstinada. Por eso es importante saber y comprender que el deseo, cuanto más extremo, cuanto mayor y más intenso, más aleja de nosotros el resultado.
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Una de las causas principales de la infelicidad humana reside, según los antiguos maestros, en la búsqueda incesante de nuevas fuentes de excitación, y en los deseos mal dirigidos buscando estímulos exteriores susceptibles de crear reacciones en nosotros. Esta actitud limita y coarta nuestra libertad y sólo nos conduce por la senda de la infelicidad. Para combatir ese sufrimiento es fundamental practicar el Desapego frente a lo superfluo, artificioso, complejo o en definitiva, todo aquello que no necesitamos y que no puede reportarnos felicidad. Todo lo que en definitiva, no es más que una trampa que restringe nuestra libertad. Un ejemplo lo encontramos en el consumismo dirigido por espúreos intereses económicos que nos condiciona y somete.
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“No te establezcas en una forma, adáptala y construye la tuya propia. Déjala crecer, sé como el agua. Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella, se convierte en la botella. Si la pones en una tetera, se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede chocar. Sé agua amigo mío”.

La frase hace referencia precisamente al principio taoista del Wu Wei que nos ocupa, en el sentido de no hacer nada, pero que nada quede sin hacer; de actuar de manera espontánea y natural. De la práctica de la sencillez y la simplicidad en las cosas; del crecimiento armónico, en resumen de ser y reflejar el comportamiento del agua… un elemento transparente, blando y adaptable, pero tremendamente fuerte y poderoso. Por eso, recuerda:

“Be water, my friend...” (Bruce Lee).



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